Convocado por el Área de Géneros, en el camino de construir organizaciones libres de violencias, el encuentro fue una invitación a reflexionar e indagar desde las propias vivencias cómo se aprende el ser y actuar "lo masculino".

Convocado por el Área de Géneros, en el camino de construir organizaciones libres de violencias, el encuentro fue una invitación a reflexionar e indagar desde las propias vivencias cómo se aprende el ser y actuar "lo masculino". El taller estuvo a cargo de Fabián Gaitán, y cerró un año de múltiples acciones de formación  en los sectores de trabajo y en el sindicato.

En el taller analizamos cómo producimos y reproducimos ideas y mandatos y nos pensamos varones y mujeres excluyentemente desde estereotipos. Esas ideas fuerza que legitiman relaciones desiguales, son las que determinan nuestras tareas, que marcan diferencialmente los accesos y las oportunidades de cada persona en nuestra sociedad. 

El espacio  tuvo como objetivo escuchar y dialogar, instalar la cuestión que no hay una sola forma de ser varón y que esa forma no es dada sino aprendida, que podemos también aprender a actuar vínculos de igual a igual, sin que nadie arrebate derechos sobre el cuerpo, la vida, las decisiones de las mujeres.

Pensar otras posibilidades de "lo masculino", elegirnos, y para eso desandar y recorrer creencias y experiencias que sustentan prácticas y vínculos violentos que se invisibilizan todos los días, en cada historia de vida, en todos los ámbitos, también en el sindicalismo.

Trabajar géneros como herramienta gremial y construir mayores niveles de democracia en nuestros vínculos es uno de los ejes de la refundación en nuestra organización sindical. Por eso la necesidad de pensar los roles, lo masculino como construcción, como deber y dominio para trazar estrategias de inclusión.