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El Directorio de Organismos de Derechos Humanos continúa la
campaña de firmas para promover la postulación de la ex ESMA a integrar el
conjunto de sitios declarados “Patrimonio de la Humanidad por el Nunca Más”
bajo la protección de la UNESCO.
El predio, que funcionó como uno de los más grandes Centros
Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio durante la última dictadura
cívico-militar, es, a la vez, símbolo del Terrorismo de Estado y emblema de las
luchas de un pueblo por preservar su Memoria. Los organismos de Derechos
Humanos pidieron el compromiso de toda la sociedad con el objetivo de
"garantizar su legado a las futuras generaciones".
Ivan Wrobel, responsable del área de Derechos Humanos de ATE
Capital, explicó que “el sentido de esta iniciativa es que no se pueda
modificar el predio y que el macrismo esté obligado a mantenerlo”.
En este sentido, Lucas Álvarez, delegado de ATE en el Ente Público
Espacio para la Memoria, resaltó que “el proyecto lo aprobó la Secretaria de
Derechos Humanos, luego pasó por el Ministerio de Justicia y ahora debería
estar en Cancillería”. Además, expuso que “las firmas las juntamos para que el
proyecto tenga más peso propio en la UNESCO y mostrar la adhesión del pueblo”.
Por otro lado, el delegado resaltó que “lo que se va a declarar
como Patrimonio de la Humanidad es el Sitio de Memoria que es donde funcionaba
el ex Casino de Oficiales, donde tenían secuestrados a los compañeros y la sala
de tortura”. A su vez, agregó que “como todo el predio funcionó como Centro Clandestino,
se va a utilizar una figura que se llama espacio de amortiguación del Patrimonio”.
Finalizó Álvarez: “Es un proyecto muy importante, tanto para los
organismos, para los sobrevivientes como para nosotros para seguir avanzando
con las políticas de Memoria, Verdad y Justicia”.
La candidatura busca establecer como parte del patrimonio
histórico y mundial del Nunca Más al lugar que hoy es uno de los símbolos del
genocidio de la Argentina, pero también de la lucha contra la impunidad. Por
eso, los organismos de derechos humanos piden el compromiso de toda la sociedad
con el objetivo de garantizar su legado a las futuras generaciones.
Conservar los lugares donde fueron asesinadas y desaparecidas miles
de víctimas obedece a un doble propósito: rendirles un homenaje permanente y al
mismo tiempo recordar ese capítulo oscuro de la historia de la humanidad para
afirmar “Nunca más” a la repetición de los crímenes.
