En la Ciudad de Buenos Aires la Cultura se devalúa. Trabajadores y trabajadoras, técnicos, escenógrafos, profesionales del famoso Centro Cultural Recoleta, se enfrentan día a día a la inseguridad de no tener garantizadas las mínimas condiciones de trabajo

La precariedad y la inestabilidad laboral, ya es forma en el empleo público de la Ciudad.

Ante los despidos que afrontan los trabajadores y las trabajadoras del Centro Cultural, ATE Capital convocó a una concentración y ruidazo para exigir la reincorporación de los compañeros despedidos.

Eduardo Magiolo, delegado general de la Junta Interna del Centro Cultural, sentenció que “pretenden desmoralizarnos, debilitarnos, disciplinarnos, pero no lo van a lograr” y agregó que “los echan porque se afiliaron y participaron en las últimas movidas contra la reforma de la ley previsional”. Seguidamente, explicó que “son razones ideológicas, es una falta a la libertad gremial”.

A su vez, manifestó que los despidieron el 23 de diciembre cuando ya no había más actividad en el Centro Cultural. Eduardo Magiolo subrayó que “estamos muy unidos y con la moral muy alta, no nos vamos a mover hasta que reincorporen a todos los compañeros”.

“Las autoridades alegan falta de presupuesto, lo cual es falso ya que es superior al del año pasado por lo que es una cuestión ideológica y gremial, quieren tener trabajadores precarizados y disciplinados” concluyó el delegado general.

El ruidazo se llevó adelante durante la primera actividad del año ya que “están inaugurando dos o tres salas”. Mientras se realizaba la concentración, las autoridades decidieron cerrar el acceso al Centro Cultural, con lo cual prohibieron el ingreso al edificio del público en general, de los expositores y de los trabajadores y las trabajadoras.