24 septiembre 2025
En 1897 quedó establecida como entidad encargada de imprimir billetes. La primera línea de billetes (“Peso Moneda Nacional”) comenzó en 1899. En 1908, comenzó a imprimir sellos postales para el correo argentino, debido a los beneficios económicos y de seguridad. El 27 de diciembre de 1944 inauguró su sede actual en Av. Antártida Argentina 2085 (Retiro), de estilo racionalista con matices neoclásicos tiene más de 40.000 m² repartidos en cuatro pisos.
El 19 de agosto de 1977, por Ley 21.622, la Casa de Moneda se transformó en Sociedad del Estado, permitiéndole operar con autonomía industrial y comercial. Entre los productos más destacados podemos mencionar billetes, monedas, pasaportes, títulos, padrones electorales, patentes, estampillas de cigarrillos, entre otras impresiones de seguridad, de impresión variable y negocios digitales.
A partir de 2024 empezó un proceso de reducción y eventual disolución. Su figura jurídica pasó a sociedad anónima unipersonal, y delegó funciones como emisión de pasaportes al RENAPER, producción de formularios fiscales a ARCA y billetera virtual a ARSAT. Para 2025, el 75% del circulante monetario fue importado desde empresas extranjeras como Crane Currency o China Banknote Printing and Minting Corporation.
Desde la llegada del Gobierno de Javier Milei, la Casa de la Moneda y sus trabajadores, atravesó un proceso de intento de privatización sin precedentes. Desde la suspensión de impresión de billetes en octubre 2024, cese de contratos para billetes de $1.000 y $2.000 por costos elevados; importación desde China, generando dependencia externa y críticas por desmantelamiento estatal.
Al mismo, existe un desabastecimiento masivo (650.000 pendientes en 2025), por cierre de imprenta estatal (ex-Ciccone), intervención de 180 días (noviembre 2024) y colapso del proveedor privado Tonnnjes (solo 3.000/mes); miles de autos sin chapa en todas las provincias.
En estos días, vemos como el “escándalo de pasaportes defectuosos”, afecta a la comunidad con unos 200.000 pasaportes con tinta falsa que deben rehacerse que exige transparencia y respuestas gubernamentales que nunca llegan.
A todo esto, se le suma una reestructuración y despidos e Intervención por 180 días (Daniel Cavagnaro), recortes salariales al 50%, recontrataciones precarias y 125 empleados afectados en el área de pasaportes/estampillas. Todo esto bajo acusaciones de corrupción, sospechas de licitaciones opacas (cese de publicaciones desde enero 2024), favoritismo a privados y renuncias sin explicación.