07 junio 2019
El viernes 7, frente a la puerta de Tecnopolis, ganó la solidaridad y el compañerismo. La movilización mostró una gran unidad y organización. La radio abierta fue hermosa, un gran circulo, donde la palabra fluyó entre referentes de diferentes espacios y lugares. La olla popular fue el broche de oro que selló la unidad.
Puertas adentro estaba la hipocresía de un gobierno que generó retrocesos en las políticas públicas y que en un año electoral pretende hacer marketing político. No repudiamos a organizaciones que trabajan bien la temática y aprovecharon el espacio para exponer su trabajo y sus principios, sí la intencionalidad del gobierno. Entre otras cosas, montaron un shopping de la discapacidad, la exposición de productos de mercado que sólo unas pocas personas pueden comprar, el negocio de la discapacidad. Utilizaron más de 65 millones de pesos para montar esta cumbre y, aun así, mostraron altos grados de desorganización. Muchas personas con discapacidad y sus organizaciones expresaron su descontento con estas políticas adentro de la cumbre, abuchearon a la Vicepresidenta Gabriela Michetti y a la mujer de Bolsonaro, y se solidarizaron con quienes elegimos estar construyendo afuera nuestro espacio de resistencia y de propuestas, con los corazones bien en alto. ¡¡Nada sobre nosotres sin nosotres!!