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Desde su fundación en 1971, el Museo del Cine “Pablo Ducrós Hicken” es uno de los archivos fílmicos más importantes del país y de Latinoamérica, su objetivo es desarrollar la labor de rescate, preservación, investigación y difusión del arte cinematográfico argentino. Cuenta con dos sedes, una sede de exposición permanente sita en Caffarena 49 y la otra de Depósitos y Administración en Ministro Brin 615, ambas situadas en el barrio de La Boca.
Entre idas y vueltas, siete mudanzas y el paso de gobiernos que proyectaban y prometían obras que no se realizaban, en el Museo del Cine se encuentra el patrimonio cinematográfico, histórico y artístico de nuestro país, en constante crecimiento. Los trabajadores y trabajadoras resguardan 100 toneladas solo de material fílmico, 8000 libros, 300 títulos de publicaciones periodísticas, 150 mil recortes de diarios, 1600 guiones originales, 7000 afiches, 11000 negativos fotográficos, 70000 fotografías, 400 aparatos pre y cinematográficos, más de 500 piezas de vestuario y 450 bocetos de escenografía y figurines, entre muchos otros materiales.
El Museo, desde su creación, nunca tuvo edificio propio. Siempre estuvo de “prestado” en distintas locaciones y actualmente sus depósitos y oficinas administrativas se encuentran en un edificio alquilado en Ministro Brin y Blanes, en el barrio de La Boca. El lugar no tiene ningún tipo de refrigeración apropiado, ni es un lugar apto para el patrimonio que alberga el Museo, explicó María Marta Notari, Delegada General de su Junta Interna. El máximo responsable de esta situación es Hernán Lombardi, ex Ministro de Cultura de CABA, que trasladó por última vez al Museo a ese predio de Ministro Brin, a sabiendas no solo de sus malas condiciones sino también su peligrosidad para las personas que trabajan y las y los vecinos del barrio.
“Como si fuera poco, en esa mudanza, con todo lo que conlleva la mudanza de un museo, se dijo que sería transitoria y se comprometió el Gobierno hace 11 años a la construcción de los depósitos para el archivo fílmico, pero eso nunca sucedió”, señaló María Marta Notari y agregó: “Los materiales fílmicos son de nitrato, es combustible y cuando se enciende explota y hasta que se consume el material, no se apaga. Nosotros estamos conviviendo con eso, estamos conviviendo en un polvorín", enfatizó.
Por otra parte, la delegada destacó que es incalculable lo que se está perdiendo, "ya tiramos 3 toneladas de archivo fílmico y habría casi 2 toneladas más en mal estado". "Lombardi nos dejó sin edificio para nuestros depósitos y eso aceleró la degradación patrimonial más de 100 años", finalizó.
La presentación de ATE ante el Juzgado CAyT Nº 14 Secretaría 28 y la organización de las y los trabajadores intentarán forzar al Gobierno de la Ciudad a que revierta la situación y cumpla con la Ley, defendiendo el patrimonio de todas y todos los argentinos y generando las condiciones mínimas de seguridad para las y los trabajadores del Museo, las y los vecinos del barrio de la Boca y del público en general.
