10 octubre 2020
La pandemia, con su volátil frontera entre lo público y privado, agudizó las situaciones de desigualdad histórica (y preexistentes al COVID19) que sufrimos las mujeres y LGTBI+. Quienes decían desconocer o minimizaban sus efectos ya no pueden eludirlas.
Las tareas de cuidado de niñes y adultes, más las actividades que implican el mantenimiento del hogar, complejizó lo difícil que siempre fue poder conciliar nuestra vida y proyecciones laborales con la familiar. ¿Cuántas jornadas laborales tenemos?, ¿cómo concentrarnos en el trabajo desde nuestras casas con les pibes y sus tareas escolares encima nuestro?, ¿cuándo finaliza nuestro horario laboral?, ¿qué pasa con nuestras licencias? Todas estas preguntas exigen una respuesta inmediata por parte del Estado. Por ello, exigimos el diseño y ejecución de un plan integral de cuidados que contemple estos interrogantes y de respuestas ante estas desigualdades estructurales.
Sabemos que en el contexto de pandemia se incrementaron y agravaron las situaciones de violencia de género. Al aislamiento habitual que sucede en estas circunstancias se le suma el aislamiento social definido como medida sanitaria. La dificultad para trasladarse y buscar refugio por fuera del ámbito doméstico fue y sigue siendo un elemento sobresaliente en este contexto. Se generó una imposibilidad de poner en marcha estas medidas de autocuidado que muchas veces son un primer paso para evitar situaciones de riesgo. A esto se suma que quienes padecemos violencias por razones de género somos les más precarizades, les que menos ganamos y les primeres en ser despedides. La poca estabilidad laboral en el contexto de pandemia y la brecha salarial estructural ampliaron el impacto de la violencia económica en nuestras vidas. Por esto destacamos las políticas públicas que se fueron desplegando para mitigar estas situaciones, aunque aún no sean suficientes, y exigimos la pronta implementación de todos los programas y recursos para poder vivir libres de violencias.
Hacia la reconstrucción del Estado en clave popular, nacional y transfeminista.
Después de 12 años de macrismo en la Ciudad y 4 años en la Nación, no quedan dudas de que sus políticas se orientaron a utilizar el Estado para favorecer a un grupo económico reducido en desmedro de todo el pueblo. Fuimos les trabajadores organizades quienes defendimos y sostuvimos las políticas públicas que beneficiaban integralmemente a la población.
Y también, fuimos las mujeres y LGTBI+ les más empobrecides por ese modelo económico, político y social de la gestión de Macri. Somos quienes más dificultades tenemos a la hora de jubilarnos y quienes tenemos menos aportes, y esto se debe a que nuestras trayectorias laborales no tienen el mismo recorrido: somos las travestis quienes no obtenemos un empleo formal, somos las lesbianas y no binaries quienes sufrimos en nuestros puestos de trabajo discriminación por nuestra identidad de género y orientación sexual, somos las madres quienes ajustamos nuestra jornada para no desatender los cuidados del hogar y de nuestros afectos.
Aún así, somos el motor del Estado y la garantía de que las políticas públicas lleguen a la población. Pero necesitamos que esas políticas incluyan y vehiculicen nuestras voces y demandas. Es necesario y urgente que podamos ocupar todos los espacios en pos de poder mirar integralmente cómo el género afecta cada una de nuestras prácticas y de esta forma construir un Estado nacional, popular y transfeminista que diseñe y ejecute sus políticas públicas en esta clave.
Por eso también seguimos rechazando el protocolo por violencia de género de la CIOT Central, porque no tiene perspectiva de géneros, porque invisibiliza la problemática de las violencias por cuestiones de género. Por eso seguimos exigiendo feministas en las paritarias, quiénes mejor que nosotras para hablar por nosotras.
Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad
La creación y puesta en marcha del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad es fruto de la lucha de los feminismos y el movimiento de la diversidad que copamos las calles y pusimos en primera plana la urgente necesidad de una sociedad igualitaria para todes. Así, esta decisión política de jerarquizar las políticas de género y diversidad constituye un punto de llegada pero también de partida. Los desafíos son enormes, es necesario que se lleven adelante políticas públicas que tengan un impacto transversal, con perspectiva de género y diversidad. Como lo venimos haciendo, como trabajadorxs del Estado seremos parte de este proceso en cada uno de los sectores de trabajo.
Tenemos por delante una doble tarea, aportar a la construcción de un Estado nacional, popular y transfeminista, como así también promover la igualdad en las organizaciones sindicales. Para promover un mundo del trabajo que garantice la igualdad de oportunidades, promueva politicas de cuidados integrales y erradique las violencias por motivos de género, el rol de los sindicatos es clave, porque nuestros ámbitos de laburo son nuestro territorio. Por eso creemos central la ejecución de políticas públicas que promuevan la igualdad en el mundo del trabajo.
Es importante destacar el compromiso con la aplicación de la Ley Micaela, la perspectiva interseccional y el abordaje integral para trabajar sobre las violencias por motivos de género y el despliegue de políticas en diversidad y cuidados. La Ley Micaela debe ser de cumplimiento efectivo en los tres poderes del Estado, es urgente y es necesaria para empezar a erradicar la violencia en todos los ámbitos de nuestras vidas. Todas las estructuras de poder deben comenzar el camino de deconstrucción y ampliación en sus miradas respecto a las políticas públicas, a las legislaciones que rigen nuestros derechos y a la justicia que sigue siendo patriarcal.
La Micaela Sindical
Y por eso también decimos que la Micaela sindical va a ser bisagra para fortalecer nuestra participación en las organizaciones, desde los Consejos Directivos hasta las bases y de esta forma construir un sindicalismo transfeminista, diverso, popular y libre de violencias. La solución siempre es entre todes.
Cupo trans: vamos por la implementación y una ley integral
Celebramos la firma del Presidente de la Nación del Decreto 721/20 el cual establece el cupo laboral en el Sector Público Nacional para personas travestis, transexuales y transgénero, en una proporción no inferior al UNO POR CIENTO (1%). Exigimos que las administraciones públicas que aún no cuenten con un proyecto propio en su ámbito territorial lo incorporen ya!
Es menester su cumplimiento y reglamentación, como así también una ley integral para el colectivo travesti trans, a fin de erradicar la continua vulneración, persecución, exclusión y discriminación que sufren y que limita posibilidades concretas para la construcción y vivencia de una ciudadanía plena.
Aborto
La lucha por el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo es una bandera histórica de nuestros movimientos y gracias a la construcción colectiva ha entrado en el debate público con más potencia que nunca. Entendemos que la movilización popular ha puesto en evidencia lo masivo de este reclamo y la relevancia de que se convierta en un derecho para todas las personas con capacidad de gestar. Exigimos Aborto Legal, Seguro y Gratuito Ya!
¡Qué sea Ley!
Que la sede vuelva a ser San Luis
Nos queda pendiente poder honrar, tal como se eligió contundentemente en La Plata 2019, que la próxima sede sea en la Provincia de San Luis, cuando podamos volver a acuerparnos, juntes, en las calles, como siempre es nuestro deseo.
SOMOS PLURINACIONALES – SOMOS DISIDENCIA – SOMOS DIVERSES
#GénerosATECapital
#DiversidadSexualATECapital
#35EncuentroPluriDisidente
