11 abril 2016
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, ordenó la compra de equipamiento antidisturbios -balas de goma, gases lacrimógenos y granadas disuasorias- por un monto estimado de 53 millones de pesos, con el argumento explícito de "hacer frente a la situación socioeconómica que se atraviesa como consecuencia de la pandemia de COVID-19", tal como detalló una investigación exclusiva del portal de noticias "El Grito del Sur". Esta erogación demuestra que Larreta concibe la contención de la crisis social sólo mediante la represión, en vez de atender las causas de fondo y prever distintas formas de asistencia socioeconómica, laboral y sanitaria para la población.
Simultáneamente, el sindicato estatal ATE Capital denunció que los agentes de la Subsecretaría de Prevención del Delito del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires deben realizar sus tareas en la calle con la única protección -completamente ineficaz- de un barbijo casero. A las y los trabajadores del Estado en la ciudad sólo les ofrecen una o dos unidades semanales de estos elementos, cuando su vida útil apenas alcanza las 3 horas de utilización. Esta protección es inútil ante las tareas que deben realizar estos agentes, asistiendo durante horas a la población de riesgo en la puerta de los bancos, distribuyendo viandas a las familias en las escuelas, controlando que la gente aislada en hoteles cumpla con la cuarentena obligatoria, y controlando acceso peatonales en puentes, avenidas y autopistas.
En muchos casos estos trabajadores y trabajadoras son asignados a distintos puntos de la ciudad a los que deben trasladarse mediante el transporte público, realizando varios trasbordos y exponiéndose a posibles contagios tanto en el tránsito a los lugares donde desempeñan sus tareas como a través del contacto con la población que deben controlar o asistir. Daniel Catalano, secretario general de ATE Capital y secretario adjunto de la CTA de los Trabajadores, denunció esta situación y sostuvo que "Larreta gasta en balas de goma y gases lacrimógenos, pero no quiere invertir en la salud de las y los trabajadores del GCBA". Y agregó: "Si esta es la protección que el Gobierno porteño le da a sus laburantes, qué protección se puede esperar para las y los porteños en general".
Desde ATE Capital enviaron notas formales a los distintos estamentos del Gobierno de la Ciudad exigiendo explicaciones, informes y que se habilitara un canal de diálogo, pero hasta ahora no obtuvieron ninguna respuesta. "La ciudad más rica del país sólo está pudiendo atravesar esta pandemia por la voluntad, la dedicación y el sacrificio inestimables de sus trabajadores y trabajadoras", sintetizó Catalano, que junto a los trabajadores y trabajadoras del sector, estudia intensificar los reclamos mediante otro tipo de medidas.