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“Es un error que sigamos hablando de un tarifazo. Esto es una estafa al pueblo argentino por parte de una administración de ceos”, afirmó Federico Bernal, director del Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (OETEC), en el marco del Primer Encuentro del Ciclo de Formación en Economía Política que se desarrolló en ATE Capital y estuvo organizado por la Secretaría de Formación.
Federico Bernal realizó un análisis de las políticas públicas implementadas por el gobierno de Cambiemos desde su asunción en diciembre de 2015 y señaló que estas forman parte de un plan de “saqueo”, cuyo único fin es maximizar la rentabilidad y las ganancias de las grandes empresas multinacionales a costa del sufrimiento y el bolsillo del pueblo.
“Hoy no se puede hablar de que existe un Ministerio de Energía; existe, en cambio, una cámara de empresas con poder ministerial”, denunció Bernal, quien a su vez hizo advirtió que el macrismo “se está llevando puesta a YPF”, la principal empresa energética del país propiedad de Estado que fuera reestatizada durante el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
El investigador, además, enfatizó en la importancia de dar la batalla cultural acerca del rol que debe cumplir la energía, y sentenció que “el gran logro cultural del neoliberalismo es que la mayoría de la población haya creído que era una necesidad imperiosa aplicar un aumento en las tarifas de los servicios públicos, cuando esa es una necesidad de las empresas y sus dueños", señaló.
“¿Se justifican los aumentos? ¿Cómo les fue a las empresas en estos 12 años? Nos hicieron pensar en la energía no como un bien humano, sino como una mercancía”, cuestionó y en este punto subrayó que los medios hegemónicos, parte de esos entramados corporativos, son centrales en este proceso de crear un sentido común funcional a los intereses y necesidades de las empresas, algo que realizan a partir de lo que definió como una "censura estrátegica".
En este sentido, Bernal denunció al estilo de Arturo Jauretche la permanencia de algunas zonceras que obstaculizan e impiden la construcción de un proyecto político nacional, popular, industrial y democrático, como la idea, mediáticamente fogoneada, de que en el país tuvo lugar una "crisis energética".
“De 2003 a 2015 no hubo tal crisis: se incorporaron 8 millones de hogares a los servicios de gas por redes y electricidad, lo que significó un récord absoluto desde la recuperación de la democracia en el ’83. Crisis energética hay cuando cada vez más argentinos y argentinas deben recurrir a la leña para calefaccionarse”, concluyó.
