Además, marcabana la inviabilidad de la Reforma Previsional que perjudica a los más desprotegidos del sistema de seguridad social, pero les fue negada la participación.
Ante un clima de tensión instaurado desde una porción importante de los diputados oficialistas y parte del gabinete del Ministerio de Hacienda que intentaron sesgar la voz y participación de los actores principales comenzó el debate que al final obtuvo el dictamen para la norma que ya tiene media sanción el Senado.
El problema empezó cuando un grupo de jubilados quiso entrar a la sala de la reunión, pero la seguridad se lo impidió con el argumento de que no había lugar suficiente para todos. Claramente, la voluntad era clara: acotar la participación de las voces disidentes.
¿Por qué nos oponemos a la Reforma?
En primer lugar, la Reforma destruye la Ley de Movilidad que comenzó a aplicarse en 2009 y permitió aumentos a las jubilaciones por el 950% superiores a la inflación, que en el mismo período fue del 690%. De aprobarse la Reforma, el aumento de marzo que con la Ley actual debe ser por encima del 14,5% será de menos de la mitad: 5,7%. De esta manera, perderán poder adquisitivo los sectores más vulnerables: jubilados y titulares de asignaciones familiares.
En segundo lugar, la Reforma profundiza el desfinanciamiento de la ANSES, al reducir las contribuciones patronales vía Reforma Tributaria y eliminar el impuesto a las ganancias de las arcas del organismo vía Pacto Fiscal con las provincias.
Por todo esto, y ante el apuro del Gobierno por aprobar la Reforma, mañana los trabajadores estatales paramos y movilizamos al Congreso de la Nación, tal cual fue definido en Plenario General de Delegados, para que los legisladores no sean los verdugos de nuestro pueblo.