15 enero 2016
Ese caluroso día de enero nació ATE. Fue gracias a más de un centenar de herreros, carpinteros, mecánicos, torneros, peones de patio y fundición, electricistas, albañiles, marineros y foguistas de las dragas que se juntaron y fundaron una organización para la defensa de sus intereses. Un compañero llamado Álvarez se paró y propuso un nombre: Asociación de Trabajadores del Estado.
Así nació ATE, con diecinueve compañeros elegidos como responsables de la nueva organización, y el impulso de los obreros de los talleres de la Dirección Nacional de Navegación y Puertos del Riachuelo y de la zona portuaria. Siete años después eran miles de afiliados y una organización que se nacionalizaba. Se habían concretado los sueños y las esperanzas de “Los pioneros”.
Los tímidos comienzos, la incorporación de seccionales, la búsqueda del vínculo legal con el Estado, las primeras luchas y aprendizajes fueron obstáculos sorteamos con éxito. Tuvimos un fuerte crecimiento entre la década del 40 y la del 50, pero luego vino la nefasta dictadura y tuvimos que izar nuestras banderas de lucha. No nos callamos, defendimos la democracia y a nuestros compañeros.
Pero como dice aquél refrán: “después del huracán siempre viene la calma”, y así fue. Retornó la democracia y también surgió uno de nuestros graden líderes: Germán Abdala. Fue él quien le devolvió la identidad a nuestro querido gremio, y así volvimos a recuperar nuestra historia.
En la época del neoliberalismo de los años 90, estuvimos en la calle defendiendo la patria. Resistimos una vez más, siempre fieles a nuestra historia, priorizando los derechos de los trabajadores y defendiendo sus fuentes de trabajo.
Luego, en 2003, volvimos a tener un estado presente que acompañó los derechos de los asalariados; pero fue recién en 2015 que ATE Capital pudo enarbolar nuevamente el legado de Germán Abdala.
Pasaron los años y fuimos creciendo sin cesar. Nunca desviamos el rumbo, siempre peleamos por la dignidad de nuestros afiliados y la ampliación de sus derechos. Hoy nos toca luchar nuevamente, y así lo vamos a hacer porque NO VAMOS A PERMITIR QUE NI UN SOLO TRABAJADOR QUEDE EN LA CALLE.