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Pese a los intentos de unidad, este año volverá a haber dos marchas y dos actos el 24 de marzo. ¿Con quién marcha ATE Capital?
Como todos los años, marchamos con los organismos históricos, con las Madres, con las Abuelas, con HIJOS, con Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas y el resto de los organismos históricos como el CELS, la Liga y APDH, entre otros. ATE marcha ahí desde hace muchos años, y ahí confluimos con un conjunto de otras organizaciones compañeras con las que construimos todos los días. Como ATE Capital, vamos a ser parte de una columna intersindical, donde van a estar presentes sindicatos de las CTA y de la CGT; de la Corriente Federal y de la Juventud Sindical. Más allá de que pueda haber diferencias en algunas de las reivindicaciones o diferencias políticas que hicieron que finalmente no pueda ser una sola marcha, los reclamos de fondo son los mismos: marchamos por Memoria, Verdad y Justicia y más políticas públicas de derechos humanos, y en contra del ajuste, la represión y la impunidad.
¿Cuáles son las consignas de los trabajadores y trabajadoras estatales?
Nuestras consignas son: cárcel común y efectiva a los militares y genocidas, juicio y castigo a los responsables civiles, y la libertad de las presas y presos políticos, una pelea de los organismos de la que somos parte. Como ATE Capital integramos el Comité por la Libertad de Milagro Sala y el Foro por la Democracia y la Libertad de los Presos Políticos. Desde esos espacios luchamos todos los días por la libertad de las y los compañeros.
¿Qué significa que haya presas y presos políticos en democracia?
De lo que habla es de la profundización de las políticas de persecución que tiene el Poder Ejecutivo; nosotros desde que Milagro Sala fue presa empezamos a decir que Jujuy era el laboratorio y que esa era una política que iban a extender a todo el país, y así fue. Estas prácticas lo único que hacen es demostrar que se utiliza el encarcelamiento injusto y arbitrario como una forma de persecución y disciplinamiento para la disidencia política.
Con la llegada de Cambiemos se produjo el retorno de la valorización financiera y las políticas de endeudamiento. Esta semana la responsable del FMI viajó al país y felicitó al Gobierno como antes a De La Rúa y a Menem. ¿Son las mismas medidas que en la Dictadura?
Hay un proyecto, social, político, económico y cultural que es prácticamente el mismo, y que tiene que ver con profundizar las desigualdades y enriquecer a los que ya son ricos. Hoy los empresarios que son dueños o gerentes de las grandes empresas y multinacionales son los que ocupan cargos en el Ejecutivo. Sin ir más lejos, el propio Mauricio Macri forma parte de la clase empresarial que se enriqueció durante la última dictadura cívico-militar, mientras el pueblo sufría hambre, persecución y muerte. Hay un proyecto de endeudamiento, de empobrecimiento, de quita de derechos, que es exactamente el mismo. Los salarios reales bajan porque el Gobierno incentiva siempre a que las paritarias cierren por debajo de la inflación. Ese es el objetivo primordial de Cambiemos: aumentar rentabilidad a costa de las y los trabajadores.
¿Es el modelo que no cierra sin represión?
Exactamente. Lo que necesitan para llevar adelante el modelo neoliberal es mano dura, o sea el disciplinamiento de los sectores populares, con la persecución a los dirigentes y a las organizaciones que se plantan contra el Gobierno. Por eso Milagro Sala, Carlos Zannini, Luis D’Elía, Fernando Esteche, pero también por eso la quita de la personería gremial al Subte, la intervención al sindicato de canillitas, y las amenazas constantes a los dirigentes sindicales opositores. Por eso también los despidos en el Estado Nacional y en la Ciudad de Buenos Aires y las represiones masivas e indiscriminadas cuando el pueblo se moviliza, como sucedió en diciembre pasado en las movilizaciones contra la Reforma Previsional y como había sucedido en las marchas multitudinarias por Santiago Maldonado y el 8M.
Mientras tanto, el Gobierno avala, legitima y festeja las peores prácticas de las fuerzas de seguridad con la llamada “Doctrina Chocobar”.
Esta nueva Doctrina Chocobar en realidad no es nueva; el gatillo fácil es uno de los grandes problemas no resueltos de la democracia. Lo que sí es novedoso es que el Ejecutivo salga a discutir el fallo judicial que condena a Chocobar y a apoyar abiertamente a un policía que fusila por la espalda, lo que tiene sin dudas efectos. A partir de eso comienzan a difundirse toda una serie de casos de gatillo fácil, como las personas fueron baleadas por eludir un control policial, un pibe que fue asesinado a goles porque la policía creyó que se había robado un perfume, o el caso de Facundo Ferreira, un chico de 12 años que fue asesinado por la espalda. Lo que es más novedoso como te decía es la capacidad que tienen, obviamente con la complicidad de los medios masivos de comunicación, de marcar una agenda de discusión, porque los casos de gatillo fácil no son nuevos, pero hace un par de años cuando esto ocurría lo que discutíamos era el control civil de la policía y cómo limitar la violencia institucional; hoy hay un caso de gatillo fácil y la discusión que se instala es si tiene que haber pena de muerte o no. Todo el tiempo van corriendo hacia atrás la discusión. Durante 12 años conquistamos y ampliamos derechos, construimos políticas públicas, y hoy están intentando desarmar lo que costó tanto construir.
¿Por qué no se logró avanzar en el juzgamiento de delitos económicos y responsabilidades civiles?
El Gobierno anterior tuvo la voluntad política de avanzar en el juzgamiento de los delitos económicos y las responsabilidades civiles durante el genocidio, de hecho, era parte de lo que se venía y las causas que se venían preparando para avanzar. Por supuesto que cuando se reanudan los juicios se empieza por los responsables militares, pero cuando eso ya empieza a avanzar es cuando se preparan todas las otras causas. El problema es que este es un recorrido que se interrumpió. Como apoyo al avance de estos juicios, durante el gobierno anterior existían toda una serie de programas que investigaban responsabilidad empresarial y delitos económicos, como el Programa Verdad y Justicia, la Dirección de Derechos Humanos del Banco Central y la Dirección de Derechos Humanos de la Comisión Nacional de Valores. Todos se desmantelaron o sufrieron recortes. El cambio de voluntad política es claro y contundente, principalmente porque los investigados en las causas a civiles eran los integrantes de este Gobierno, sus familias y sus amigos. Las trabajadores y los trabajadores estatales sufrimos en carne propia este cambio, no solo por las consecuencias políticas de esta decisión sino porque los recortes y ajustes implican despidos y el cierre de nuestros programas y políticas públicas.
Una de las consignas más fuertes de este 24 será “El único lugar de los genocidas es la cárcel”. ¿Cuántos genocidas están hoy libres?
Hoy en día más de 600 genocidas cuentan con el beneficio de la domiciliaria o la libertad condicional. Son beneficios que en los casos de juicios de lesa humanidad no deberían otorgarse. Nunca hay que olvidarse que estos son delitos que se siguen cometiendo, porque los responsables del genocidio saben qué pasó y con los desaparecidos y qué pasó con los cientos de niños y niñas que seguimos buscando para que recuperen su identidad, pero es una información que nos siguen negando. Ellos podrían colaborar con la Verdad y la Justicia, pero todos los días deciden seguir siendo genocidas. También hay que decir que la Justicia se adaptó bastante rápidamente al cambio de época y a los nuevos aires de impunidad y olvido. Lo del 2x1, por ejemplo, hubiera derivado en una liberación de una cantidad enorme de genocidas y lo que demostraron las movilizaciones en todo el país es que es un tema muy sensible para la sociedad argentina: la lucha por los Derechos Humanos es parte del ADN de nuestro pueblo, de nuestra democracia y también de nuestra ATE.
¿La sociedad se derechizó?
La sociedad no se derechizó y lo demuestra la salida a la calle masiva que hubo en el contexto del 2x1 o la pelea por Santiago Maldonado, incluso pese al blindaje mediático inédito que tuvo y tiene el Gobierno en ambos casos. En el caso de Santiago, vos veías personas que no tienen una participación política cotidiana sumándose a las movilizaciones y a las campañas en redes sociales, lo cual muestra que tuvo una instalación enorme, y se ve de vuelta hoy con la discusión por el aborto, por ejemplo. Entonces hay una sociedad que estuvo acostumbrada 12 años a la ampliación de derechos y quiere seguir haciéndolo. Si hablamos sobre si es una derecha democrática o no, entonces te digo que más o menos; porque si fuera democrática no tendríamos presos políticos, no se perseguiría a la oposición, no se incentivaría a que la justicia avance con las causas a dirigentes opositores, y lo mismo con las organizaciones políticas opositoras, la intervención a los sindicatos, nosotros como ATE lo vivimos todos los días: las amenazas a las Juntas Internas, las persecución y los despidos de afiliados y delegados, la poca voluntad que tienen de incluso gestionar mejoras para los trabajadores estatales, eso también habla de una falta voluntad democrática.
A modo de cierre, ¿qué representa para la militancia de ATE la movilización de mañana?
Marchar es importante porque si queremos tener una sociedad
democrática tenemos que dejar en claro la condena absoluta a los crímenes de
lesa humanidad y dejar en claro que la sociedad argentina sigue reclamando
Memoria, Verdad y Justicia, y tenemos que marchar por los desparecidos y los presos
políticos de ayer y de hoy. Somos una sociedad que seguimos estando en contra
de la impunidad. Lo construimos todos los días. Los militantes de ATE lo
sentimos muy fervientemente, en general las acciones de Derechos Humanos son tareas
que tienen mucha instalación en los sectores. Esta semana hubo muchísimas
actividades: pintada de pañuelos, charlas con referentes políticos y de derechos
humanos, colocación de baldosas. Eso lo que habla es de un sentimiento y una identificación
muy profunda de la militancia de ATE con estas causas. Entonces todo esto se
termina de plasmar el sábado en la calle. Somos un sindicato que siente muy
profunda y genuinamente esta pelea.
