Repudiamos el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación

04 mayo 2017

<strong>Repudiamos el fallo</strong> de la Corte Suprema de Justicia de la Nación
   #Derechos-Humanos

En una muestra más de la tan mencionada “reconciliación” propugnada por sectores de la sociedad, que avalan y defienden el Genocidio. La Suprema Corte de Justicia, con su nueva mayoría, se hizo eco de estas voces y determinó, en un fallo por demás cuestio

En una muestra más de la tan mencionada “reconciliación” propugnada por sectores de la sociedad, que avalan y defienden el Genocidio. La Suprema Corte de Justicia, con su nueva mayoría, se hizo eco de estas voces y determinó, en un fallo por demás cuestionable, la aplicación del 2x1 en la condena del genocida Muiña.


¿Qué significa esto? Una Amnistía encubierta que, si bien se aplica en este caso, sienta precedente y se hará extensiva prontamente al resto de los genocidas.


El fallo reflota la hoy derogada Ley 24.390, —vigente entre los años 1994 y 2001— para convalidar la impunidad y el retroceso en las políticas de memoria, verdad y, en especial, de justicia.


Este fallo va en contra del reclamo de los organismos de Derechos Humanos, organizaciones sociales, políticas, gremiales y de la sociedad toda, que durante 40 años lucharon incansablemente para lograr MEMORIA, VERDAD y JUSTICIA e implica un retroceso en política internacional de defensa de los Derechos Humanos. El Estado Argentino se encuentra obligado por la normativa internacional a garantizar el derecho a la justicia de las víctimas del genocidio. Este fallo del máximo tribunal es incompatible con el sistema interamericano de protección de los Derechos Humanos.


Una vez más, éste Estado Neoliberal, garantiza una amnistía encubierta para los perpetradores del plan sistemático de exterminio.


Esta decisión no sorprende, pero indigna y es repudiable. Mientras el Gobierno Nacional propugna la libertad a los genocidas, impulsa el endurecimiento de las penas para los sectores más vulnerables de la sociedad, así como la baja de la edad de punibilidad para nuestros pibes. Para los ricos y las clases dominantes exigen justicia, para los pobres exigen castigo.


Seguiremos reclamando, junto a los organismos de Derechos Humanos, por cárcel común y efectiva a los genocidas.


¡No olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos!