23 julio 2016
Esta marcha fue distinta. Por un lado porque se cumplieron 40 años de los 300 secuestros realizados por la última dictadura cívico-militar con la complicidad logística de Ledesma. Por el otro lado, está el triste presente que sufre la provincia de Jujuy.
La movilización se realizó en un contexto preocupante. Días atrás hubo una represión violenta con balas de goma y gases hacia los trabajadores de Ingeniero Ledesma que reclamaban por una mejora salarial.
Más de 10 mil personas emprendimos la movilización desde Calilegua y culminamos la peregrinación en el lugar donde llevan a cabo la protestan los trabajadores del ingenio. Como todos los años, seguimos la columna que encabezaron las madres de los detenidos y desaparecidos del departamento de Ledesma.
Pero el reclamo central pasó por la situación que atraviesa Milagro Sala, la primera presa política del Gobierno Nacional. La dirigente de la Túpac Amaru se encuentra detenida desde hace siete meses, junto con otros diez integrantes de esa organización.
En ese contexto dictatorial llevamos a cabo la marcha por los 40 años del Apagón de Ledesma, recordando a nuestros compañeros detenidos y desaparecidos, reclamando por la libertad de presos políticos del gobierno de Gerardo Morales y exigiendo su libertad. Así afirmamos nuestro compromiso con los derechos humanos e hicimos carne el grito eterno de nuestro pueblo: ¡NUNCA MÁS!