30 marzo 2017
Los días 29 y 30 de marzo nuestro sindicato contó con la presencia de representantes de Latinoamérica para el primer Encuentro de Controladores de Tráfico Aéreo de Sudamérica organizado por la Junta Interna del ANAC, realizado en la sede de ATE Capital.
John Carr, vicepresidente ejecutivo de la Federación Internacional de Controladores de Tráfico Aéreo, expresó que el problema principal que tienen todos los países de Sudamérica es la falta de personal: “Cada país con los que tuve la oportunidad de hablar dijo que tienen pocos controladores para el tráfico aéreo”. A su vez, “tienen una falta de entrenamiento para el trabajo que se les ha pedido que hagan”, manifestó.
“Si no tienen suficiente personal afecta todo: no tienen personal para entrenar, ni personal para trabajar extra cuando hay mucho tráfico, por ejemplo”, sostuvo el estadounidense. Seguidamente, dijo que “otro problema que se ha manifestado es la remuneración, los salarios son demasiado bajos para la responsabilidad que tienen. Por ejemplo, un doctor es responsable de una sola vida, pero un controlador aéreo es responsable de 4.000 vidas”.
Además, Carr subrayó que “el esquema de retiro también es un problema. Los controladores son como la policía y los bomberos: muchas horas de trabajo, muy estresante, circunstancias muy difíciles de trabajo, equipo de mala de calidad y la falta de personal” y agregó que “muchos de los países te hacen trabajar hasta los 70 años, no quieren una persona que diga “cuál es número, cuál es el nombre”. En ese sentido, explicó que “en varios países es muchísimo menor la edad de jubilación porque saben la dificultad que enfrentan. En Estados unidos, te contratan desde los 31 y no puedes quedarte si tienes más de 56”.
“Es un trabajo muy difícil y se merece más respeto del que le brindan en Sudamérica”
El vicepresidente de la IFATCA –por su sigla en inglés– destacó que los problemas que enfrenta Argentina son los mismos problemas que se dan a nivel mundial: “en Estados Unidos se necesitan 15.000 controladores aéreos, pero tenemos 11.000 nada más”.
“La solución es fácil, el Gobierno tiene que tomar la decisión de proveer personal, un salario digno y un sistema de jubilación razonable. En cualquier momento un controlador es responsable de miles de vidas. La perfección es fundamental”, concluyó Carr.