Multitudinario repudio popular al fallo de la Corte

10 mayo 2017

Multitudinario repudio popular al fallo de la Corte
   #Actualidad

Más de 500.000 personas marcharon a Plaza de Mayo para repudiar el 2x1 de la Corte Suprema de Justicia y gritar junto a las Madres y Abuelas “¡Nunca Más un genocida suelto!”.

Más de 500.000 personas marcharon a Plaza de Mayo para repudiar el 2x1 de la Corte Suprema de Justicia y exigir junto a las Madres y Abuelas “¡Nunca Más un genocida suelto!”.

Organizaciones de todos los colores políticos participaron de una jornada histórica que establece un límite y un freno a las políticas de impunidad que promueve este Gobierno de ceos.

"El pueblo y los organismos de derechos humanos reunidos en esta histórica Plaza decimos bien fuerte: ¡Nunca más, nunca más impunidad, nunca más torturadores, violadores y apropiadores de niños. Nunca más privilegios para los criminales de lesa humanidad, nunca más terrorismo de Estado. Nunca más genocidas sueltos. Nunca más el silencio!", gritó Taty Almeida, primera oradora del acto, mientras una multitud acompañaba con cánticos y banderas el repudio al beneficio del 2x1 otorgado por la Corte Suprema al genocida Luis Muiña, "que abrió la puerta a la impunidad".

"Hay que tener memoria", pidió Almeida, y al momento de nombrar a los jueces que votaron a favor del privilegio (Elena Highton de Nolasco, Carlos Ronsenkratz y Horacio Rossatti) el grito de juicio político se extendió por una marea de pañuelos blancos que colmaba la Plaza así como la Avenida de Mayo y las Diagonales Sur y Norte.

A 41 años del Golpe de Estado del 76', esta fue la primera vez que las Madres y Abuelas permitieron institucionalmente y ante el clamor popular el uso de los pañuelos blancos, símbolo de lucha y memoria, "y también de los 30.000", recordó Taty. Los pañuelos blancos unificaron el reclamo y colmaron de emotividad el encuentro.

Luego, fue el turno de Nora Cortiñas. "Hijos, hijas, de corazón, un abrazo. Primero, quiero que todos a coro digamos: 30.000 detenidos desaparecidos...", dijo, y la multitud le respondió "presentes" una y otra vez. "¡Hasta la victoria, siempre, venceremos!", al terminar la emotiva arenga, Nora leyó un texto de puño y letra y luego continuó con la lectura del documento, aunque antes aclaró que "estoy muy excitada como verán, porque queremos justicia, justicia, ¡justicia!", exigió junto al pueblo.

"Que quede claro: los delitos de lesa humanidad no son delitos comunes, no prescriben, no son amnistiables", leyó y, contra los discursos de reconciliación, aclaró que "a 41 años del Golpe los genocidas siguen sin confesar el destino de nuestros hijos e hijas, y todavía hay más de 300 hombres y mujeres que viven bajo una identidad falsa. Todos nosotros continuamos buscándolos".

El documento siguió con la enumeración de los genocidas presos que podrían quedar libres a partir del vergonzoso fallo de la Corte, y la memoria de Jorge Julio López. También hubo críticas a las complicidades de la Iglesia Católica, que aún continúan.

Estela de Carlotto fue la última oradora. La Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo destacó la reacción popular ante el fallo "antidemocrático y prodictadura" de la Corte, así como la aprobación en ambas cámaras del Congreso de una Ley que busca frenar la aplicación del 2x1. "Necesitamos que los representantes de los tres poderes del Estado tomen el reclamo del pueblo reunido en esta plaza. Que la corporación judicial nos escuche", exigió Estela, y pidió a todos los presentes que levanten, ahora sí, sus pañuelos, dejando una imagen que recorrerá el mundo.

"Compañeros y compañeras, ¡libertad a Milagro Sala!", concluyeron desde el escenario. 

Pese al repentino cambio de opinión de políticos y funcionarios del macrismo, la masiva, emotiva y contundente convocatoria demuestra que la unidad del pueblo en la calle es la única manera de enfrentar el ajuste y la ofensiva neoliberal en todos los ámbitos que significa el macrismo; la unidad de un pueblo empoderado, que tiene conciencia, que no olvida ni negocia sus banderas, y que tampoco se reconcilia.

Hoy, como siempre, las Madres y Abuelas continúan mostrándonos el camino de la justicia y la lucha contra la impunidad. Durante la última dictadura estuvieron solas. Nunca Más.