Fue bajo la consigna Vivas,
libres y con trabajo nos queremos, contra la feminización de la pobreza y la precarización de nuestras vidas.
Repudio total al acuerdo paritario a la baja firmado por el Gobierno y un sólo
sindicato para la Administración Pública Nacional, y al plus por presentismo, "que especialmente para nosotras más
que un premio significa un castigo".
La jornada de movilización fue vivida de manera particular
por las trabajadoras de ATE Capital, quienes en las horas previas conocimos la
noticia de un nuevo femicidio, el de Ana Barrera, compañera trabajadora de la
Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de la Provincia de Córdoba y madre
de 4 hijos e hijas, asesinada por su pareja; asesinada por ser mujer.
Así, con carteles y pancartas improvisadas con la imagen de Ana, y la
bandera de Milagro Sala -sin cuya libertad no hay Ni Una Menos posible-, una
multitud de estatales confluimos en Plaza de Mayo con cientos de organizaciones
del campo nacional y popular para exigir basta de femicidios y denunciar las
complicidades estatales y judiciales que permiten que cada 18 horas una mujer
sea asesinada, así como las desigualdades estructurales y cotidianas, sociales,
económicas y culturales que son el marco en que los femicidios, como cara
visible y extrema de la opresión de la mujer, ocurren.
"Las mujeres trabajadores organizadas y sindicalizadas
marchamos en un marco de unidad con las CTA y la Corriente Federal y un montón
de sindicatos entendiendo que hay una alianza estratégica entre el sindicalismo
y el feminismo, capaz de ponerle un freno al neoliberalismo", señaló Laura
Sotelo, responsable del Área de Géneros de ATE Capital, y celebró que pese a la
triste noticia "hoy pudimos transformar ese dolor en grito, en
organización y en construcción de poder popular".
En el marco de un plan sistemático de exterminio del
trabajo, las mujeres sindicalistas repudiaron la paritaria del 20% en cuotas
firmada por el Gobierno y UPCN, que representa una pérdida del salario real de
las y los trabajadores, y las cláusulas por productividad y presentismo, que
atacan los convenios colectivos de trabajo y el régimen de licencias.
"El plus por presentismo afecta al conjunto de la clase
trabajadora, pero particularmente a nosotras las mujeres, porque somos las que
todavía estamos a cargo del cuidado de la casa y de las niñas, niños y adultos,
y vamos a hacer las primeras que perdamos el presentismo. Lo que estamos
diciendo es que el plus más que un premio es un castigo y va a provocar que a
igual tarea no cobremos el mismo salario. El resultado es la feminización de la
pobreza y la precarización de nuestras vidas", explicó Sotelo, quien
además recordó que "sin la autonomía económica no hay posibilidad de salir
de los círculos de violencia a las que estamos sometidas".
La movilización de las y los estatales contó con el empuje,
la fuerza y toda la mística del Grupo de Mujeres Percusionistas de ATE Capital,
quienes encabezaron la columna por segunda vez, tras el debut en el 8M y el
Paro Internacional de Mujeres, y no pararon de tocar y cantar durante toda la
jornada. Como recompensa al esfuerzo, la versión antipatriarcal del tema "Despacito"
de las pibas, que se viralizó por las redes sociales en los días previos, fue
interpretado por casi todos los grupos y organizaciones que participaron de la
multitudinaria manifestación en Plaza de Mayo, sin importar el color político
de sus banderas.
"La idea es que nosotras podamos con la percusión que
es llamativa visibilizar toda la construcción que hacemos desde el Área de
Géneros de ATE Capital y todo lo que estamos discutiendo en el cotidiano en los
distintos ámbitos de trabajo", contó Marina Chmielarczyk, coordinadora del
Grupo y una de las percusionistas.
En referencia al hit, comentó: "Vamos a luchar porque
se lo debemos a todas las pibas que nunca volvieron. Por eso estamos, por todas
ellas".